miércoles, 23 de diciembre de 2009

A la obsesión le salen dedos



A la obsesión le salen dedos
en los días de tediosa calma.

Los dedos se multiplican,
te caminan
y tienen nombres,
varios, o quizás uno,
por lo general uno.

Y no hablan,
no hablan
sino que hacen
(nada de hablar).

Exploradores
excavadores,
degustadores,
a veces se pierden,
se pierden con gusto en las oscuridades
y excavan y excavan,
perdidos,
divertidos,
mojados
del vapor de las caverna.

Los llama la respiración
y el latido de la bestia
que vive en la parte más profunda de la caverna.

Si tuvieran dientes morderían,
si tuvieran garras rasgarían,
pero no desfallecen
y horadan en la oscuridad
buscando una respuesta
en los meandros de la muerte,
alegría eterna e instantánea
que se nombra orgasmo.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Anoche


Incrédulo, enfocaste y desenfocaste varias veces. Tus pupilas me humedecieron inmediatamente. Te quedaste sin habla aunque hablaste. No me acuerdo ni una sola de las palabras que dijiste, no hubo manera de escucharte, solo atiné a ver el acople de tu lengua húmeda con mis ganas. Esa lengua hará delicias en mí. Nunca te lo diré aunque te lo diga, porque es que nunca podrás escucharme. Sólo verás mi lengua mientras se mueve en ti.

sábado, 31 de octubre de 2009

praying mantis


Ovulo.
Esta noche me comeré a alguien en pequeñas chupadas.

Él lo sabrá cuando se le vayan las fuerzas, cuando lo haya perdido todo, cuando esté a punto de morir. Me mirará con ojos enamorados y ausentes. Será mi éxtasis.

Siempre hago lo mismo cuando ovulo, no depende de mí.

La hoguera y el punto G



Hace tiempo, en uno de esos arrebatos de la escritora que se cree mujer y sólo hace alarde de lo segundo, parafraseando a la Celine Dione escribí una frase que hoy súbitamente arremetió contra mí: “I hate you, then I love you mientras muero en la hoguera y rebusco mi punto G”. Leí y las palabras se me hincaron en la piel como dardos revolviendo las ganas de decir pospuestas por las excusas más insípidas y alborotando el avispero; el avispero que toda mujer lleva consigo cuando la nostalgia empina el codo en un estómago aplanado a fuerza de velcro y ojales que desde hace mucho, de los únicos puntos que creía saber era de aquellos que no tuvieron final y se volvieron seguidos, suspensivos, y en este caso, un inodoro e incoloro punto y aparte que no era ni chicha, ni aparte, ni nada.

No hay amor, no hay sexo, decía la teoría en la lección que me inculcaron y que yo, cuando era una niña limpia y pura, terminé creyendo. Y escribo los adjetivos y me pregunto a quién carajo se le ocurrió relacionar el amor con el sexo, o más bien los placeres de la carne con cosas sucias cuando es bien sabido que todos giramos y nos desvivimos por un polvo, un buen polvo. Y sé que aseverar esto me va a traer consecuencias con las que habré de lidiar, pero a fin de cuentas, qué es una raya más para la culebra que habito y que me vuelve mansa de vez en vez.

No hay amor no hay sexo repetía la muchachita y se aferraba al que le inspiró la cursilísima oración y aquellos ciclos sin finales hasta que una noche, después de un trago y tres merengues bien apretados, tras dos años del amigo que volvió con el facebook, se le olvidó la lección y con los ojos más abiertos que cuando flotaba inventando un mundo ideal que la amarraba de un tobillo, se permitió el lujo de una cita en la que el amor se fue de farra y ella se procuró cinco orgasmos con el recurso que tenía a los dedos, a la boca, a los pies, a las ganas.

Entonces hoy abro el cuaderno y la frasecita me puya un ojo, me da escozor y me echa a la hoguera; sobrevive mi punto G, el amor y el odio que se vayan de paseo mientras la chiquilla se desquita y se pone al día con las artes corporales.

jueves, 20 de agosto de 2009

Del verano y sus tentaciones



Las brujas estamos de juerga pero pronto, muy pronto AQUELARRE.
Hasta entonces, unos versos de Bukowsky que nos hicieron despegar (más):


"El amor se seca
pensé


se seca aún más rápido
que un charco de semen
en el ombligo de una mujer"


Ch. B.



Por eso volveremos y entre ustedes y nosotros habrá no sólo del efímero "mal".
Atentos, pleeeease.

Holovítrea
La Señorita Cometa
Casimuda y
La Bruja de Endor







viernes, 7 de agosto de 2009

líbido inmortal


Nos habían dicho que lo nuestro no era fisiológico, que el sexo en nosotras era algo así como un sacrificio sentimental, que podíamos contenerlo, que la decisión era fácil, que era algo accesorio, prescindible.
Nos habían mentido.
Hay un hormigueo constante, un ofrecimiento tácito, las ganas permanentes.
Pasan las horas, los días y los vuelos están siempre allí.
Los labios listos, el lenguaje en búsqueda, lo obsesivo.
Nos hablaron de luces apagadas, tinieblas, timideces.
Todo era falso.
Vamos con los ojos ahora, con las manos, decididas.
Queremos siempre, queremos todo, sin límite, hasta la extenuación.

martes, 4 de agosto de 2009

Le petit mort




Extraño su lengua, en noches como esta extraño ese apéndice en que se transformaba y me volvía folículo piloso. Todo él era el músculo que con la serenidad de los astros develaba tabúes y me hacía planicie en la que confluían mis ríos. No había nada que no hurgara; centímetro a centímetro era domado a su paso, a las pesquisas en las que el único premio era una sonrisa cuando de entre mis piernas emergía cual bulldog salpicándolo todo y decidido, me arrastraba una y otra vez a las simas.

Nunca dije no; fingía no querer, me volvía típica, con dolor de vientre o de cabeza y daba un giro u otro si estaba en las sábanas; si no, si lo tenía al lado y me observaba, porque siempre calibraba el más ínfimo de mis movimientos, era suficiente con que recogiera mis rizos y le otorgara el cuello. Sus ojos desprendían saetas y lo que surgía como un mohín acalorado, terminaba en un recorrido en el que como muchos, la cata era interminable y yo un nido de burbujas con las que planeaba hasta vernos a ambos yacer jamás satisfechos. Era hembra con ascendente hembra mientras él dirigía el rumbo de mi cordón de plata y extasiado por la imagen, cuidaba que no me perdiera en el revoloteo de los insectos o en la luz del bombillo disuelta en mi esternón. Entonces, con la furia de un tronco que se rinde devorado por los vientos, entre espasmos casi vulgares y presiones de pájaro carpintero, me hacía volver para tras mi petit mort, otorgarme de nuevo su boca. Debí decir no, tal vez aún tendría no sólo esa lengua.


lunes, 3 de agosto de 2009

honey


Hace tiempo que tenía eso en mente.
En el super, cada vez que pasaba por la estantería de la miel, me llenaba de ganas.
Ayer lo hice.
Te llené, te besé, de rodillas, con los ojos cerrados, mucho rato.

Yo sabía que la realidad superaría la fantasia.

YES!!

jueves, 30 de julio de 2009

Ritmos

No hay manera de entenderse, de fundirse, cuando nos movemos a destiempo.
Frustrante resulta cabalgarte y chocar con los huesos de tus caderas, intentar seguirte y de nuevo chocar y perderte.
Todo está allí, en el movimiento, en el acople.
Suéltate (desmóñate).
La mejor danza es la que no se piensa.

La Hoguera





Esta noche hice una hoguera, fui quemándome en lo que engullía el fuego. Lancé el eco de una voz, la mirada de chivito degollado, pizcas de sangre mensual, pedazos de un verso zurcido al pezón; la boca en mi espalda, la costra de las lágrimas secas, los mordiscos en la punta de los pies y los pies que empeñaban elogios; el morral que arrastré por Europa y algún amanecer entre los buitres (léase “familia” política). Los trescientos cuarenta y cuatro mil emails, la foto negro y blanco en el billar antiguo, la llave de un hotelucho de paso y la cuerda de una cajita sin música; el sulfuro de los penes precoces, la inseguridad en el cuerpo desnudo, las patas de gallo viejo y el gallo que pisa y se duerme; la inconstancia, las llamadas perdidas, el gordito del MSN tan amorfo, tan azul, tan callado, un nombre con i griega y cuatro muchachitos que decían papá.

Lancé también la buena fe, la cordialidad, el sexo en la doceava cita, la prudencia, el manual de la perfecta ama de casa, los piropos del marido de mi mejor amiga, los vasos de cristal d’arques, los gritos que usé de zarcillos, los besos con la boca cerrada, la hoja de afeitar y despojos, los cd´s de reguetón y Marc Anthony (me gusta Marc Anthony pero su amor aún no me hace bien), las manos de aquel empeñado en mis tetas; después los brazos, el torso y cuando volví en mí, apenas quedaban las canas y uno que otro gemidito post coital.

Esta noche me puse de acuerdo con la Fionna de Burn Notice: si algo es demasiado bueno para ser verdad, lo mejor es dispararle, por eso no tuve contemplación con lo tan malo y con el hollín que me quedó en los dedos escribo esto sin siquiera pensar. Qué sirva de catarsis, he dicho.



lunes, 27 de julio de 2009

noche


Esto es directamente contigo.

Cuando no duermo, cuando me callo, distingo tus sonidos.

Me ayudaste. No quería mostrarme, me cubría, me amarraba, protegías, arropabas.

A veces aún llamas, lo intentas, luego te escondes, esperas, juegas, te atrapo, te enciendo.

Pero ya casi no te escucho, ya casi no me escondo.

sábado, 25 de julio de 2009

Toque


el rostro palidece

la sangre migra incrédula

corre

hacia el centro de mis partes

los labios sonríen

la lengua se expande

las pestañas bajan plácidas

los dedos despiertan

buscan

mi pecho se ensancha

respira.

viernes, 24 de julio de 2009

Del Segundo Grimorio


Amigos lectores:
Se que os habíais quedado esperando la receta para el embrujo especial para deshacerse de las mujeres que ya les tienen hasta la coronilla. Mi esposa se los había prometido, pero me he dado cuenta de que no ha cumplido su palabra. Anoche encontré un papel arrugado en la cesta de la basura y, al ver que la bruja había resuelto deshacerse de la receta prometida, me he permitido recogerla para postearla mientras ella ha salido a sus diligencias.
Apurense en copiarla que seguro cuando se de cuenta de que le he puesto aquí, viene a eliminarla.
Suerte a todos.



Hechizo para alejar a una mujer cuando le molesta

Vais a necesitar:
Una vela de color verde limón
Una hoja de papel carbón
Tinta de color blanco
Vaso con agua gasificada
Incienso de Sándalo
1 trozo de hilo o cinta de color negro
Una pizca de sal marina (preferiblemente extraída del Mar Muerto)

Preparación:
Escriba en el papel carbón el nombre de la mujer que se quiere quitar de encima. Después enrolle el papel en forma de pergamino, amárrelo con la cinta negra e imprégnelo con el humo del incienso. Coloque el papel enrrollado y ahumado dentro del vaso con agua y espolvoree la sal marina del Mar Muerto por encima. Asegúrese de que el agua llegue solamente a la mitad del papel.
Luego encienda la vela y rece la siguiente oración:
"San Jacinto de la Pileta, llévate a esta bruja lejos, muy lejos. Si es posible, haz que se enamore de ___________________ (nombre de un tío que le caiga pesado y que preferiblemente viva en otra ciudad, país o continente).
Llévatela, llévatela y no la traigas nunca de regreso, a menos que pierda 30 kg; se opere las tetas -que ya le llegan a las rodillas-; se haga la lipo, se le pasen los calorones, se le estabilice el humor, aprenda cocina gourmet, esté dispuesta a obedecer todas mis órdenes, aprenda a planchar con almidón mis calzoncillos, acepte quedarse callada mientras veo mis juegos de futbol en la tele o juego con mi video cónsola. San Jacinto, si estos cambios llegaran a darse, primero habrás de consultarme si la quiero de vuelta. Amén".

Después de rezar la oración, introduzca el vaso en la nevera (en algún lugar que ella no vaya a limpiar -pero segurametne si usted quiere deshacerse de ella, debe ser el tipo de mujer que nunca limpia nada).

A la tercera semana, si la mujer no ha resuelto las cosas que le molestan a usted, voltee el papel y vuelvalo a meter por el otro extremo. Espolvoree un poco más de sal marina y vuelvalo a poner en a nevera.
Al cuarto mes, quémelo por el extremo seco y deje que se consuma completo (cuidando de no quemarse los dedos).
Luego introduzca el vaso con todo y pergamino en una bolsa negra de basura y llévela al jardín del "amigo" a quien le quiere endosar a su mujer (si este vive en otro continente, ya usted tuvo tiempo de ahorrar para el pasaje). Entierrelo donde nadie lo encuentre y regrese a su casa a preparar las maletas de la susodicha señora. Ella misma le agradecerá la atención.

Nota: Este hechizo surte mejor efecto si todo el ritual lo hace en camiseta, calzones y medias negras.

Suerte.

jueves, 23 de julio de 2009

acto corto


Lista de cosas que hacen de la masturbación un acto insuficiente:

  • Los brazos nunca son lo bastante largos.
  • Los brazos (especialmente las muñecas) se cansan irremediablemente a la tercera venida, la vagina, por el contrario, nunca se cansa.
  • Hay que tener unas tetas demasiado grandes para que la lengua las alcance.
  • Se ríe una tratando de alcanzar sus propias tetas, con la desconcentración que eso conlleva.
  • Las fantasías son tan buenas que nos las creemos.
  • Normalmente, al levantarnos de la cama, nos golpeamos de lo mareadas que quedamos.
  • Los brazos siguen siendo cortos para el abrazo que necesitamos.

miércoles, 22 de julio de 2009

scanner


Anoche.

Dos estratos.

Arriba: el bar, el vino, la conversación civilizada, los temores, las anécdotas, el cálculo, la seducción, lo inútil.
Abajo: tus ojos, en delicioso recorrido, sorbiendo mis formas y mis pulsiones.

No me importa


Querido candidato a amante,

No me importa que seas retaco, que mees de oído debido a tu prominente abdomen, que te quedes dormido al segundo de correrte, que no sepas hacer un cunni en condiciones, que tu carro se parezca al de Starsky & Hutch y tus camisas a las de Sandro, no me espantan las ganas tu voz de pito, tus medias de goma vencida, la estampita de la Virgen del Carmen que llevas en la billetera o que digas Güisne Yuston en vez de Whitney Houston.

Eso que le preocupe a tu santa.

Lo único que me importa es una adecuada distribución del pelo:
Cabeza poblada.
Piel lampiña.
Pubis libre deseable.

Ofrezco exactamente lo mismo que pido. Más una felatio soberbia.

Interesados dejar sus señas en los comentarios.
Interesadas dejar datos para la lista de espera.

martes, 21 de julio de 2009

Remolino



Si el solo hecho de escribir algo que sentimos nos ayudara a deshacernos de las malas sensaciones... sería tan fácil.
Aquí estoy, años después y todavía tratando de entender por qué me metí en un pozo sin salida.
Cómo duele todavía, cómo duele.
Y no puedo echar la culpa a nadie porque yo lo sabía, lo intuía y hasta me lo dijeron. No sé si ustedes son como yo, que pago para que me "lean las cartas" y hago todo lo contrario a lo que el "vidente" me indica.
Debe ser por esa manía omnipontente de uno de creer que va a cambiar a otra persona. O por un masoquismo soterrado (ni tanto) que nos empuja a un abismo que no tiene escaleras para subir de nuevo. Un remolino que succiona a un vacío desconocido.
Hoy me duele más que ayer.
Ayer no me acordaba.
Pero de pronto suceden cosas que me halan al foso de nuevo y empiezo a revivirlo segundo a segundo.
Y se siente como hace años. Y da rabia.
Y le dicen a uno que debe perdonar para salir adelante.
Y uno no sabe cómo hacerlo
Y lo intenta
Lo intenta
Pero no lo logra.
Y llora de rabia
Y llora de tristeza
Y no entiende nada

Es parte de la vida, pero no entiende nada.

lunes, 20 de julio de 2009

odio los títulos


Desollé fantasias

diluí esperanzas

violenté entregas

desoí susurros

chupé soledades

descansé nadas


funcionó

nací

domingo, 19 de julio de 2009

qual piuma al vento

Mientras observo que la inspiración es indirectamente proporcional al placer, mientras mi amante duerme satisfecho a mi lado y muerdo uvas post-orgásmicas comodamente acostada, mientras escucho Rigoletto, me doy cuenta que llevo días siendo nadie y sonrío con lo maravilloso que resulta.


sábado, 18 de julio de 2009

respuestas


Esta noche no dormí aquí.
Tenía una conversación pendiente con Hades y que mejor momento que una noche sola y fría para sostenerla al fin. Me vestí con mi mejor gala, es que el dios me parece tan sexy así todo negro y malhumorado. Estaba muy bonita, tanto que Cerbero lo que hizo fue lamerme cuando me vió, no les niego que la cosa me desagradó un tantito pero era necesaria. Vi a Persefone. Por cierto debo decir que no le vendría mal una sesión de botox, no queda nada de la niñita aquella que recogía flores en un campo de Sicilia. Hades me recibió con toda calma, en pantuflas y fumando pipa. Su mirada era tierna y dulce pero sobretodo irónica, eso me excitó muchísimo, una se excita siempre en los momentos menos oportunos. Con mucho nerviosismo logré sentarme en sus rodillas, él me circundó el trasero y los muslos con sus grandes brazos y me sentí cada vez más tranquila (a Persefone le quería dar un infarto, pero no se atrevió a chistar). Una vez acomodada, él empezó a hablar. Recordó aquella vez que me raptó a mis veinte, me dijo que no había sido su intención hacerme daño pero que de alguna manera debía yo salir de mi mundo de muñecas, reconoció que la forma humana que había utilizado para tal fin no había sido la de mejor presencia física o el mejor garbo, pero que, sin embargo, se sentía orgulloso del resultado obtenido. Hizo hincapié en la maravillosa mujercita en la que me había convertido a raíz de ese acontecimiento, fuerte, madura, sensual, desapegada. En fin, parecía que solo esperaba le colgara una medalla al mérito en su cuello.
Pensé en hablar, en decirle la pesadilla, el abandono, la soledad de aquellos días, pero entendí que sus oídos siempre han estado sordos a los sentimientos de las doncellas. Me despedí, no sentí ganas de llorar. Persefone me observaba tranquila, sabía que no comería de la granada esta vez, su esposo estaba a salvo.

viernes, 17 de julio de 2009

Del Primer Grimorio



"De cómo hacer para que los caballeros insolventes, impotentes, sin gracia y mal olientes, dejen de perturbar la paz de la mujer a la que estuvieron ligados en algún momento pasado"


Especial para deshacerse de hombres con penes pequeños, falta de técnica, incumplidos, deshonestos, infieles, de mala salud y de mala bebida, agresivos, sádicos, cómodos, abusadores, incultos, imbéciles, faltos de tacto, carentes de sensibilidad, incomprensivos, cuestionadores, edípicos, incestuosos, etc.


Esta es una receta relativamente fácil pues no requiere que usted deambule por el campo buscando hierbas extrañas ni animales de corral. (El animal en este caso es el sujeto a quien se le aplicará el encantamiento)
- Pínchese un dedo y derrame unas gotas de sangre en un pañuelo usado por el sujeto en cuestión.

- Quéme el pañuelo (de noche, siempre de noche) y espolvoree las cenizas en una ensalada que le servirá al susodicho. Si no le gustan las ensaladas, procure que el plato que le va a servir contenga vegetales crudos y siempre algo de ajo.

-Si necesita que el embrujo también se lleve a la ex suegra (legal o no), mezcle en dicha ensalada, además de las cenizas del pañuelo, una pestaña de la madre del caballero.

- Después de que el hombre se haya tragado el plato servido, quítele un calcetín (si es necesario emborrachelo para poder llevar a cabo este paso con más facilidad) y quémelo fuera de la vivienda - también de noche.

Con esta receta se asegurará que el caballero (hombre, porque lo de caballero le queda raro) no vuelva a su casa, vecindario o ciudad, más núnca.

Antídoto:

Como las mujeres cambiamos con frecuencia de ideas y estados de ánimo, si por casualidad usted quisiera revertir este encantamiento, simplemente encienda una vela negra frente a una fotografía del sujeto y coloque un papel (debajo de la vela) donde haya escrito: "¿Sabes qué?, te doy otra oportunidad.

Pero tenga cuidado. Este hechizo solamente podrá repetirse tres veces con cada sujeto. Así que piense bien antes de encender la tercera vela negra. No hay retorno. Y recuerde que el paquete viene con suegra incluída)

Mucha suerte.

He logrado penetrar los códigos encriptados de estas señoritas.
Aquí me tienen para reivindicar los derechos mancillados de todos nosotros, con nuestro pene no se juega!
Al final siempre es así, nos usan y luego lloriquean. Habráse visto tamaña hipocresía.
Las pobres lloran porque les hacemos mal el sexo oral, porque lo tenemos pequeño, porque las toqueteamos, porque escribimos canciones sobre su menstruación, porque les compramos regalos, porque queremos observar pájaros con binoculares, porque somos buenos con ellas y les administramos sus dineros, porque se ponen feas luego de pasar unos meses casadas con nosotros...

Esto no se soporta.

Pero, ¿qué es lo que quieren estas brujas?
¿Qué se han creído?
Las seguiré de cerca, tanta libertad no conviene.



Pena Capital


  • Por mal cantante
  • Por peor compositor
  • Por cursi
  • Por no tener idea de lo que queremos las mujeres
  • Por pensarnos idiotas
  • Por escribir con creyones sin punta
  • Porque cada canción es un atentado
  • Por terrorista ético, estético, pelado, peludo, pelempempudo
  • Por escribir una canción a la menstruación...sí, no leen mal:


De vez en mes te haces artista
Dejando un cuadro impresionista
Debajo del edredón

De vez en mes con tu acuarela
Pintas jirones de ciruelas
Que van a dar hasta el colchón

De vez en mes un detergente
Se roba el arte intermitente
De tu vientre y su creación,
Si es natural cuando eres dama
Que pintes rosas en la cama
Una vez de vez en mes…

De vez en mes
La cigüeña se suicida
Y ahí estas tú tan deprimida
Buscándole una explicación

De vez en mes
El cielo te roba el milagro
El tiempo te hace un calendario
De una vez, de vez en mes

De vez en mes
Tú me propones
Huelga de hambre
Yo algo de imaginación.

De vez en mes la luna nueva
Viene a quitar lo que renueva
Y a colocar otra ilusión

De vez en mes no hay quien te aguante
Y es tu pecado estar distante
Y otro peor quedarme ahí
Y aunque hay receso obligatorio
Y el cielo se hace un purgatorio
Te amo más de vez en mes

De vez en mes
La cigüeña se suicida
Y ahí estas tú tan deprimida
Buscándole una explicación


Por eso y más...¡al paredón!

Pena Capital es un servicio público de Aquelarre Anónimo.
Si deseas que se haga justicia, escribenos a aquelarreanonimo@gmail.com exponiendo las razones por las cuales su candidat@ merece estar en el paredón.
!Ayudanos a hacer un mundo más limpio y justo!

jueves, 16 de julio de 2009

Vampisoul


Cuando vives con un pásivo-agresivo no te das ni cuenta de la violencia.
Te cocinas en su salsita agridulce y a fuego lento. Danzas entre sus cumplidos melosos, sus niñerías exquisitas y su absoluta bondad, te sientes preciosa, el centro del mundo.
Nunca entiendes porque no se altera, no hay golpes en la mesa, platos lanzados o gritos, a pesar de tus malcriadeces. Sabes que debes amar a alguien que te ama tanto. Sus amenazas de suicidio te parecen tonterías sin sentido, cuando fuma crack juras que es marihuana a pesar del vaho nauseabundo que te llega. Siempre le entregas todo tu dinero porque él sabe como se administra y tú no. En fin, te disocias en tu infierno de algodón.
Hasta que enfermas, tienes la hemoglobina en ocho y te das cuenta de que te ha estado chupando la sangre, lento, despacio, con fría paciencia, apegado a tu cuello como un dulce vampirito inofensivo.






Aquelarre (1798 - Francisco de Goya)



Hoy he encontrado el libro de hechizos de mi bisabuela. Sabía que estaba escondido en algún lugar de la casa de mi madre pero ella, desde que estaba yo pequeña, se había cuidado bien de esconderlo cada mes en un lugar diferente. No quería que yo lo encontrara.
Tuve que esperar a que la camioneta de la funeraria se la llevara, fría y tiesa, para poder buscar a mis anchas. La muy desgraciada lo tenía escondido debajo de mi cama de la infancia, donde sabía que sería difícil que yo lo buscara.

Mi bisabuela fue una bruja muy organizada. El libro, impecable por haber permanecido en una caja de caoba anti humedad, está dividido por pestañas de colores, según la categoría y función de las recetas.
Lo primero que hice fue buscar una receta para "desvanecer a los hombres que no nos han servido para nada y que siguen jodiendo sin descanso" (así no lo tipificó mi bisabuela, la etiqueta dice "De cómo hacer para que los caballeros insolventes, impotentes, sin gracia y mal olientes, dejen de perturbar la paz de la mujer a la que estuvieron ligados en algún momento pasado".

Sí, ya sé que muchas de vosotras estaréis urgidas de esta pócima, pero van a tener que armarse de paciencia porque hoy empiezan los funerales de mi madre. Les prometo que en cuanto el sepulturero lance la primera pala de tierra sobre su ataúd, regresaré corriendo a traducir la receta al castellano moderno y se las pasaré.

Y, para que no digan que soy machista, seguidamente les enviaré la contraparte femenina "De cómo hacer para que las damas que no saben cocinar, coser y planchar, dejen de insistir en casarse con caballeros de bien".
Sí, esa es la única que encontré para ustedes, los caballeros de bien. (No sé a qué se refería mi bisabuela con éste termino, lo que me asombró fue que no había ninguna otra receta para desvanecer a mujeres de la vida de los hombres).

Cumpleaños por tres


Hoy, 16 de Julio, me partí en tres. Gracias a eso sobrevivo.

A un año de las tres que soy esta es la relación de los hechos.

1. Mi madre me regaló una balanza. Le di las gracias. Ordené a todos que se pusieran en fila delante de la báscula so pena de no beber ni comer en mi fiesta. Tomé una fotografía de sus caras espantadas mientras escuchaban el veredicto de la pesa. Tomé fotografías mientras comían. Tomé fotografías de sus ojos aguardentosos. Abrí un blog que llamé Galería del Faux Pas. Colgué sus fotos, sus pesos y algunas vergüenzas. Éxito rotundo. El blog es hoy uno de los más populares de la red. Tiene más de 5.000 comentarios por entrada. Reconocidos escritores hacen referencia a él: Fedosy Santaella lo citó como ejemplo del Bestiario del nuevo siglo. También blogueros internacionales: Pérez Hilton lo usa para sus posts de parecidos razonables. Gurúes de la frivolidad epistemológica y de la etiqueta vertebrante como Boris Izaguirre lo enlazan para ilustrar sus ideas. Sitcoms del mundo lo parodian. MTV, The New Yorker, París Match y El País han intentado en balde entrevistarme. Creo que más por miedo a mi ira que a otra cosa. He logrado mantener mi anonimato.

2. Mi suegra, la Inefable Esclava Ilustrada, me regaló, ya lo contaron Malintzin y Marina, dos cortes de tela para disfrazarme de ella. (Eso me convertiría en la segunda inefable esclava ilustrada de la familia por vía mimética). Quiso quedarse con las telas para coserme ella misma el hábito. Sí, qué coño, el hábito. Le arrebaté la caja. Corté las telas en cuadros. Le pedí a la conserje que le cosiera bordillos a cada retazo. En la fiesta de este año mi suegra se encontró con su regalo convertido en servilletas y trapos de cocina. Le dí dos. Me dijo gracias. Gracias, no, querida. Me lavas los vasos y me los secas, contesté. No sé que vio en mi cara pero me obedeció ipso facto.

3. Jacques llegó en su moto. Lo vi desde mi balcón del décimo piso. Desde allí lo saludé y ¡ay caramba! el casco se me cayó. Rebotó en el parabrisas de la Yamaha y del parabrisas voló a la cabeza del susodicho. Tres horas después, diez puntos de sutura y dos potentes pain killers mediante, volvió a casa a brindar por mi natalicio.

4. Lalo miraba aves con los binoculares que le traje. Le platiqué al vecino del edificio de enfrente que mi marido, ornitólogo de prestigio mundial, se me estaba quedando ciego de tanto escudriñar sus mascotas. Si no le importa, le diré que se acerque a su casa para estudiarlas de cerca. Y si no es mucho pedir, no las tape de noche. El hombre me contestó que no tenía aves. ¿Qué será entonces lo que mi marido busca en su ventana? Al día siguiente, Lalo llegó con los dos ojos como los de un oso panda. Los binoculares desaparecieron. El vecino y yo comenzamos a ventanear. Este año lo invité a mi fiesta. Me da pellizcos traviesos en el trasero. Lalo se muerde la lengua. Yo los beso a los dos.

5. Este año nada de restaurantes, nada de mariachis. Convidé, eso sí, a la gente del consulado de México. Después de muchos tequilas invité a mi familia política a que les contaran los chistes racistas que me contaron el año pasado, los animé a que imitaran mi habla, a que me llamaran pigmea. Estaban muy tímidos así que tuve que poner el video para que disfrutaran del humor de mi Lalo y de mi suegro, el Inefable Dictador Ilustrado. Después de dos minutos escuché sonar unos bips. No sé cómo llegaron. Mis adorables burlistas estuvieron escoltados toda la noche por dos guaruras que los doblaban en peso y longitud. No los dejaron solos ni para ir al baño.

6. Encontré dónde colgar la soga. Es un adorno padre. Le digo a la gente que pregunta que la idea la tomé de un diseñador español, David Delfín. Desde que tengo horcas colgando en el techo a modo de móviles, todos en casa van derechitos. Fuera de ella también.
No olviden: Cuando habla Malintzin, habla Marina y habla Malinche.

miércoles, 15 de julio de 2009

Grandezas


(De como pasarnos la vida entre pequeñeces y descubrir que el tamaño importa)
Me gustan:
  • los corazones grandes
  • los cerebros grandes
  • los libros grandes
  • y (at last but not at least) los penes grandes.
He dicho.

Y mañana...¡ay mañana!



Falta un día. Hace un año el 16 de julio fue así:

1. Mami me regaló una balanza. Es chévere porque es acolchada y habla. Poso los pies en su mullida superficie y junto a una melodía de Richard Clayderman se oye a una voz masculina decir: 78.8 kilos. Si restas veinte serás una diosa. Si quedas igual serás una esfinge. Si subes morirás de un infarto al miocardio. Si lloras las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. Hoy 15 de julio cielos parcialmente nublados. Posibilidad de chubascos. Números de la suerte: 7, 5, 13. Color: magenta. Biorritmo: normal. Evita puentes y escaleras.

2. Mi suegris, tan linda, me regaló dos cortes de tela. No los pude apreciar mucho porque apenas abrí la caja de regalo, me la quitó. Me dejó mirar las telas de lejos y sólo segundos. Me dijo que se las quedaría para coser ella misma una falda y una blusa que me quedarían soñadas. Tú no te preocupes, conozco tus medidas y tengo el patrón.

3. Jacques, mi cuñis, me regaló un casco. Bromeando le dije que me faltaba la moto. Tu moto soy yo, me contestó. ¡Es tan loco! Es lindo el casco. Cuando le borre el dibujo de la mujer desnuda quedará mejor.

4. Lalo me regaló cien dólares. Quería darme más pero no pudo porque el control de cambio. Me pidió que le trajera de Miami unos binoculares. El pobre no imagina lo caros que son. Le compré los que pude pero son buenos. Los necesita para trabajar. Investiga el comportamiento de las aves. Me sobraron seis dólares que usé para pagar el parking del mall.

5. Me llevaron a celebrar a un restaurante. Contrataron mariachis y me cantaron las mañanitas. Hicieron muchos chistes, yo me reí mucho, sé reírme de mí misma. Fue cómico verlos intentando imitar mi acento chilango. Jacques padre dijo que con mi estatura y mi color más que mexicana parecía pigmea y Lalo se levantó de la mesa y comenzó a caminar dizque como yo. Son tan cariñosos, tan expresivos, tan besucones y sobones que no parecen franceses. Este año iré al baño acompañada. Y para evitar el exceso me despediré de lejos.

6. Mañana es el gran día. No dejo de pensar en ello. Compré flores para adornar la casa y un helecho muy grande que no tengo dónde colgar porque en esta casa no hay vigas. Pensé en colgarlo en la ducha y aprovechar para regarlo pero me dio miedo que el peso de la planta venciera a la tubería.

martes, 14 de julio de 2009

Todo depende de la edad desde la cual se mire


Aquí pensando...

Cuando nuestros padres tenían 40, eran unos viejos carcamales. Y díganme si les daba por organizar fiestas bailables (peor aún si era de disfraces de los años 50 o se les ocurría organizar una piñata con objetitos maduros).

Ahora, cuando muere algún conocido de 60, decimos - ¡qué lástima, si era jovencito!

Mi padre tiene pasados los 70 y yo le digo que le echen bolas, que aún le queda mucho por delante. (Mi madre murió hace dos años porque, aunque era más jóven, ella siempre se sintió de 95).
Deben ser las ganas mías de que no muera. Mis ganas de seguir siendo la hija de alguien y no solamente la madre -vieja- de tres adolescentes con ataques frecuentes de pena ajena.
Me gustaría tener una filmadora para grabar sus caras cuando de pronto me da por ponerme a bailar en la sala de casa al son de algúna música tecno. Y peor aún, la cara de arrechera que ponen cuando me da por cantar a todo gañote cuando vamos en el carro o gritarle a algún conocido que va caminando por la acera.

¿Estaré desubicada?
¿Por qué cuando mis padres rondaban los 40 yo ni quería imaginar si quiera que ellos aún tenían sexo detrás de la puerta cerrada con llave de su cuarto y ahora pretendo que mis hijos se rían de los cuentos sobre las aventuras sexuales de mis amigas? (Porque vamos, tampoco es que voy a hablarles de las mías, eso ya sería ponerlos en escena primaria)

¿Por qué cuando éramos jóvencitos, veíamos a la gente de nuestra edad como unos vejestorios y ahora, que hemos llegado a esa misma edad, nos sentimos más jóvenes que nunca? -salvando las conversaciones sobre la menopausia, las cirugías plásticas, los dolores de ciática y la impotencia de los maridos, que tenemos casi a diario con las amigas.

La vida es extraña. Los hijos se convierten en nuestros jueces más severos justo en el momento en que sentimos que podemos hacer lo que nos viene en gana sin detenernos por lo que otros puedan pensar.

Creo que ha llegado la hora de echarlos de casa.

Hechicera

By Christian Coigny



Creo que ahora ya sé cómo asumirlo; lo más cercano a la experiencia fue cuando en alguna otra de mis vidas, uno de esos amantes de aquélla lista que no he logrado ordenar porque el abecedario sólo lo uso para clasificar las treinta y pico posiciones sexuales con las que me divierto, me dijo que la diferencia entre una hechicera y una bruja eran diez años de matrimonio. Yo lo miré y tras morderme la punta de la lengua, saqué del horno la pizza que había comprado en el abasto de los chinos y la transformé en el escapulario que me hizo ganar la indulgencia del mortal. He de decir que después de esa noche no pude borrarme la sonrisa, volvía a ser una hechicera a pesar de tener cien años como bruja.



Lastre


Ansío
la única libertad posible
quiero
diluírme en tu olvido.

lunes, 13 de julio de 2009

Vamos creciendo


Y como un regalo para los que ya nos siguen, un hechizo de amor:

Vas a necesitar 20 cm. de cinta verde y un marcador verde
Pasos a seguir:
1- Toma la cinta verde de 20 cm. y, con el marcador verde, escribe en la cinta
- tu nombre
- la palabra VENUS
- el nombre del ser amado
- la palabra AMOR
2- Esta cinta la liarás a la cabezera de tu cama y, cada noche, a lo largo de 9 días, harás un nudo en la cinta
3- Te enrollas la cinta en el brazo izquierdo, con las palabras escritas hacia adentro y haces 3 nudos repitiendo las palabras escritas.
4- Tienes que llevar puesta la cinta hasta que se rompa
5- Cuando se rompa, quemarás la cinta de noche y tirarás las cenizas en un lugar donde corra agua. Solamente la puedes quemar de noche (y lejos de cosas que se puedan prender a menos que quieras ocasionar un incendio para deshacerte de algunas cosas o personas)

Nota: Ten cuidado con el nombre que escribas. Este hechizo no tiene antídoto y la persona cuyo nombre escribiste, te perseguira durante lo que te queda de esta vida y en las tres subsiguientes. No digas que no te lo advertimos.

cita a toda costa


Hoy (con horror) caí en cuenta de que en esta ciudad no hay quien haga depilaciones los lunes.
Es como si el lunes estuviesemos condenadas a ser peludas, primigenias, neanderthales.
La cosa me irrita.

Obviamente no voy a renunciar a mi suculenta noche por tan nimio detalle, de algo han de servir los diez años de psicoanálisis.

De ritos y repeticiones


Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa -decía el cura, al tiempo que Pepe repetía en eco y se daba golpes a la altura del corazón, en automático. ¿ Se imaginan a Pepe en el baño, recien levantándose de soltar sus deposiciones matutinas en la poceta, limpiándose el culo tres veces seguidas mientras repite: "por mis ganas, por mis ganas, por mis grandísimas ganas"? En esto pensaba Ana mientras el cura seguía con el resto del ritual.

Hacía mucho que Ana había dejado de ir a misa. Estaba allí por compromiso con un amigo que había perdido a la madre recientemente. Misa de muertos. Y siguió pensando el resto de la eucaristía en que los asistentes siguen el rito sin detenerse a pensar por qué es que la iglesia quiere que nos creamos que todas nuestras culpas son por hacerle caso al corazón (pues es allí donde debemos golpearnos sin compasión). ¿Acaso no se supone que sea de allí de donde salga el amor hacia uno mismo y hacia el prójimo?

La próxima vez que muera la madre de un amigo, Ana pasará circulares a los asistentes de la misa. Ya luego será culpa de ellos si quieren seguir dándose golpes en el corazón.

fue un bicho


5 a.m.


Estoy dormida y empiezo a rascarme. Me despierto porque pica mucho. Es mi teta izquierda, abajo, en la comisura con mi torso. Inmediatamente pienso que fue un bicho. Luego, mientras el sueño me abandona, pienso más...¿cancer de seno? Empiezo a sudar en un minúsculo ataque de pánico mañanero. Así empieza mi día. Voy al baño, frente al espejo veo la picada debajo de mi espectacular teta, me sonrío y me digo: "coño, no es por nada, pero que bonitas las tengo" (este es el típico momento en el que utilizo dosis importantes de autoestima para disipar el miedo y normalemente funciona).
Pero es que nos han dicho que todos vamos a morir jóvenes, de cancer o de alguna otra extraña enfermedad (especialmente las que se derivan de hacer el amor) y al parecer en el fondo he aceptado ese destino impuesto ¿Por qué nos hacen eso?

Estas son las mañanitas....




El 16 de julio del año pasado cumplí años.

He aquí la relación de regalos y situaciones.
  1. Mi mamá me regaló una balanza. Tiene cuenta calorías, calcula el índice de grasa corporal y ofrece en su pantalla consejos para una vida sana.


  2. Mi suegra me regaló dos cortes de tela. Metro y medio de muselina blanca para una blusa y dos metros de rayón para una falda. El regalo incluyó un patrón para la confección de las piezas. Blusa de aire romántico y falda hasta los tobillos con mucho vuelo. Es la copia de su ajuar. Quiere disfrazarme de ella. Lalo sonrió amplio. Mi suegro hizo un gesto lúbrico.


  3. Mi cuñado me regaló un casco. Yo no tengo moto. Él sí.


  4. Lalo, mi marido, me regaló cien dólares. Como iba a Miami con su prima me dio el dinero para que me comprara lo que quisiera. Me pidió que le trajera unos binoculares. Le compré los más baratos. Costaron 94 dólares.


  5. Entre todos me llevaron a un restaurante para celebrar. Se emborracharon. Se burlaron de mi forma de caminar, de mis ideas políticas, de mi acento. Le pidieron al cantante del local que me tocaran las mañanitas. Cuando fui al baño, mi cuñado intentó manosearme. Cuando me despedí de mi suegro me metió la lengua en la boca.


  6. Faltan tres días para repetir la reunión. Llevo horas mirando el techo. He llegado a la conclusión de que ahorcarse no es tan sencillo como parece. La ducha se partiría, mi cielo raso no tiene vigas, no encuentro de dónde colgar una cuerda.

domingo, 12 de julio de 2009

Del baúl con cerradura


- Quiero drogarme hasta olvidar quién soy, olvidar dónde vivo, de quién soy responsable.
- ¿Por qué?
- No preguntes. Me he equivocado muchas veces. Y no me importa, lo he disfrutado. Pero hoy me doy cuenta de que si hubiera sido más “normal”, más “lo que se suponía” o más “lo que se esperaba de mí”, estaría mejor, menos sola.
- Es mentira.
- Sí, seguramente tienes razón.
- ¿Qué buscas?
- Quizás la juventud eterna, el poder hacer lo que me dé la gana, sin que importe, sin que afecte a los que vienen después o antes que yo
- No entiendo
- No pretendo que entiendas. Es difícil encontrar alguien que lo haga. Muchos borregos, poco caballos salvajes. Nací en momento equivocado
- No entiendo. ¿Qué dices?
- Que no soy como tú. Que quiero ser como soy sin que me crucifique la cultura, la ética, la sociedad.
- Rebelde
- No, rebelde no. Diferente.
- ¿En qué?
- En que amo el amor. Donde quiera que éste se encuentre. Y a veces el amor no va con la ética. Al menos no con le ética occidental, la que nos dieron en el pecho y el tetero. Creo que erré el lugar y el tiempo.
- ¿Qué dices?
- Que a veces es más fácil ser normal. Parecerse más a lo que se supone que te parezcas.
- No entiendo.
- Entiendo que no entiendas, poca gente lo hace.
- ¿Quién eres?
- Soy yo. Simplemente yo. Y no puedo evitarlo.
- ¿En qué puedo ayudarte?
- Miénteme. Quizás me lo crea.

Misiva para Isolino


Te anunciaste con fiebre y calor, casi acabado el verano. Certeza de ti en otoño, qué bien, mi estación favorita. Pensé que quizá nunca vendrías, que quizá estabas mejor en otros lugares, en otros tiempos, resguardado en dudas, cobijado en sueños. Forma entera en la separación de los cuerpos, activo y vivo en el amor dual, deseado e imaginado por muchas personas.
Hoy espero tu llegada. Sé que es pronto pero no importa. Te espero en un lugar cercano y a la vez ajeno, muy lejos de mí, de donde mí. Lejos también de ellos, mis padres. Sé que me encontrarás sin dificultad y que harás de este sitio el tuyo. Eso será luego. Ahora el sitio soy yo.

Pienso en ti y evoco una hamaca. Quiero (pienso) esperarte meciéndome en una hamaca. Una hamaca frente al mar, mi mar, un mar de verdad. Mar con olor. Mar ruidoso y vivo, mar con brisa, mar. Me pienso feliz y redonda, en mi hamaca mecedora, fondo de tarde que acaba, mar y cielo uno sólo. Me acaricio, pienso en ti y te espero.

Todos quieren saber de ti. Algunos se aventuran y te describen. Confunden el recuerdo con la añoranza. Yo no. Yo soy ciega para ti. Cuando llegues aprenderé a ver para verte a ti. Tocaré tus ojos, acariciaré tu frente. Nos busco a nadie en tu rostro. Sólo te busco a ti. Quieren saber de ti y preguntan, hablan, opinan. Aún no llegas y quieren marcarte, decirte, decidirte. Yo te ayudaré. Sólo por un tiempo. Luego aprenderás a hacerlo tú.
Ciega para ti te leeré en el olor y el tacto. Eso me basta para reconocerte, para amarte.

Hoy es Septiembre y hace frío. Los pinos de la ventanas están cargados de piñas y ya los vecinos sacaron a pasear a los perros. Espero noticias tuyas en un par de semanas. Parece mucho pero yo tengo paciencia. Y mientras llegan tus noticias te escribo. Que tengo días cansada, que la pereza me invade y que pienso mucho, sobre todo de madrugada. Pienso muchas cosas que ya te contaré. Quiero que sepas todo y que nada te falte. Tengo muchas historias. Historias como una caja de colores. Historias tristes, historias alegres, historias cómicas, historias increíbles, historias apolilladas, historias mentirosas, historias confundidas. Historias llenas de azul, de verde, de amarillo. Caja de colores que ordeno y guardo para ti. Historias que recupero en mi hamaca imaginaria.

¿Tendrás tantas ganas de venir como ganas tengo de que llegues? No basta la vida para dar con la respuesta.

A Penis Gun

Mientras no aparezca uno como el de la foto anterior, este cubre las dos cosas: a Penis and a Gun

death penis


I need a gun

Vagina muerta


Juan Antonio desearía que mi boca y mi vagina, no existieran. Igual que José Carlos, también tiene rutinas, pero no llega del trabajo a tomar whiski.
Juan Antonio está desempleado por decisión propia y pasa todo el día en casa bebiendo cerveza y buscando noticias de su patria lejana en internet.
No carraspea, como José Carlos, sino que suspira, como si le faltara el aire.
Cuando le pregunto si está cansado, dice que no, que está oxigenando.
Entonces aprovecho el rato a solas y me le acerco. Empiezo a besarlo (con miedo). Él, por no dejar, o por culpa, me acompaña a la cama - con desgano.
Trato de bajarle el cierre y acercarme a su pene. No me deja. Dice que estoy obsesionada con el sexo.
Le pido sexo oral, accede de mala gana y al terminar (yo), sale corriendo a lavarse los dientes. Le da asco.
Yo me doy media vuelta en la cama y lloro.
"No es tu culpa, soy yo" -dice después del enguaje bucal. No le creo.


Boca

Jafabrit



José Carlos tiene rutinas. Cuando llega al apartamento después de trabajar, se sienta en la esquina de la cama y carraspea. Al oír los carraspeos entro al cuarto con un vaso corto lleno de hielo y etiqueta negra. Me arrodillo para quitarle los zapatos y las medias. Él revuelve el whiski con el dedo pequeño y me lo mete en la boca. Se baja el cierre, me agarra por la nuca, me lleva hasta su miembro, me lo hace tragar y guía el movimiento jalandome el cabello. A veces se pone intenso y me arranca mechones que deja caer, displicente, cuando acaba. No eyacula en mi boca. Eyacula en los zapatos y me hace lamerlos. José Carlos se hace pajas con mi boca. Cuando termina el pene parece una cayena marchita. Se toma el whiski fondo blanco y me dice que mi boca está muerta.

Silencio


¿ Y después del silencio qué viene?
...

sábado, 11 de julio de 2009

tú importas también

Egon Schiele


Acaba. Me pongo triste cuando te aguantas solo para darme placer, y te mueves y me observas, esperando la magia con paciencia. Acaba y verás que dentro de un rato tendrás fuerza de nuevo y repetiremos. No me gustan las teorias de edades e impotencias. No me gustan las teorias en general. ¿Sabes qúe se siente cuando al fin te vienes y tiemblas y me ahogas con tu peso? La gloria. Sí, eso, el cielo. Relájate en mí. Estoy cansada del miedo.

Despedida

Suena a lluvia pero todo está seco.
¿lo imagino?
Quizás enloquezco.

Ayer nos despedimos
Nos separamos
pero nadie dijo adiós.

Caía la lluvia,
a chaparrones.
Tronaba.

Hoy solamente parece llover
y queda pendiente cerrar la puerta.

viernes, 10 de julio de 2009

Cejas


Casi no puedo tragar de tanto gritar y llorar. No sé qué hacer, estoy muy asustada. No tengo a dónde ir, creo que olvidé lo básico desde que estoy con él. No hablo, no manejo, no cocino, no compro, no camino, no decido, no hago nada, no soy nada tampoco, bueno, sí, soy una imbécil, una nula, una idiota, ¿por qué a mí, maldita sea? De todos los coños de madre que hay en el universo me tocó el peor.
Anoche creí, de estúpida, que las cosas mejoraban porque José Carlos llegó temprano, contento, me dijo que me vistiera, que íbamos a cenar. No me atreví a preguntarle nada para que no se me pusiera bravo, pensé en qué ponerme y cuando vi los trapos de siempre guindando en el closet y me di cuenta de que no tengo un coño, sentí que el rostro se me descolgó. Me dieron ganas de salir corriendo, pero guapeé, me pinté los cachetes y la boca con la única pintura de labios que tengo, me perfumé con el ambientador de cocina, esa vaina me picó, me ardió cuando me lo rocié encima , me acomodé el pelo con un poquito de espuma de afeitar que mezclé con agua como si fuera gomina y me di la forma con el cepillo usando el ventilador porque no tengo pistola. Cuando me monto en el carro, va José Carlos y me dice que Lucre y Salva también vienen. Me pareció raro porque pasé la tarde en casa de Lucre y no me comentó que había planes, y eso que estuvimos hablando horas. Ya en el restaurante y después de la segunda cocacola me dieron ganas de ir al pipi room. Me levanto para ir al baño, Lucre dice que me acompaña y José Carlos salta como un resorte, me agarra del brazo durísimo, me dice que no me mueva, que no voy a ninguna parte, me sienta de golpe en la silla y dice delante de todos "tenemos que hablar". Salva le reclama, Lucre me abraza dos segundos y luego dice algo así como (no recuerdo exactamente) "es verdad, los cuatro tenemos que hablar". Lucre abrió la boca y Salva y yo nos quedamos noqueados con lo que comenzamos a escuchar. Nos sueltan, así, como si nada, que son amantes. Lucre y Jose Carlos, mi mejor amiga y mi esposo, tienen una historia hace ocho meses y organizaron la cena porque nos lo querían contar ellos mismos. No porque pensaran mandarnos a la mierda ni porque pensaran terminar su idilio, sino porque había mucha confianza entre los cuatro y se sentían culpables si no nos lo contaban, no querían que nos enterasemos por otras personas, querían seguir juntos, pero sin sentir que nos traicionaban. O sea, pregunté, ¿me estás pidiendo permiso para tirar con mi amiga?, y el muy hijo de puta me dijo que sí, que más o menos. Salva, incrédulo, dijo, claro, ellos no quieren que la gente nos vea como los pobrecitos traicionados, quieren que la gente nos vea como un par de cabrones, como unos alcahuetas, como unos santos cachones. Yo sentí que me moría, los veía a los tres comiendo como si nada, no sé como podían tragar, tuve que disimular porque José Carlos me estaba vigilando, no recuerdo quien pagó la cuenta, ni cómo fue el regreso a casa, sólo sé que no he parado de llorar en toda la noche.
Esta mañana, cuando vi la hinchazón de mis ojos, me sentí peor. Agarré la afeitadora y me rasuré las cejas. Estoy sin cejas.

cobija

parece que quieres cubrirme

no pido sino eso

el calor que se fue cuando me hice sal

una manta de alpaca

mis hombros

tus ojos

necesitamos besarnos como obsesos

ninguno se mueve

danzamos con el miedo

Me llamo Holovítrea


Buscar un rincón oculto


en estas páginas


un escondite en la cuadrícula


Un techo de plomo me ampara


yo sólo veo


escombros


ruinas


arena


Me divido en dos


la de acero


contiene a la que tiembla


Me miro de frente


no en el espejo, no


me recrimino


me sé


sé lo que viene


Incapaz de sacrificios


- no soy de fiar-



Esperar la hora sin prisas


- amor a mí-



Estaremos bien.

Presentación


Este espacio ha sido creado por 4 mujeres que se debaten entre el amor por la escritura y el control ejercido por la autocensura. En él pretendemos poner todo aquello que no podemos expresar libremente sin máscara - aunque quisieramos.
Los invitamos a entrar en nuestros mundos más íntimos y disfrutar del laberinto que normalemnte crece y se expande dentro de las mujeres de cierta edad -la más deliciosa.
Mujeres adultas pero que aún no llegan a cruzar ese límite en donde ya les importa un comino decir lo que se les antoja, sin pelos en la lengua.

No insistan, no revelaremos nuestros nombres. Y si usted lo adivina, por favor guardenos el secreto. Igual, al estar escrito a 4 manos, nunca se sabrá quién dijo qué.

Invitamos a todas nuestras amigas y amigos que quieran contribuir en este mundo femenino secreto- a enviar sus comentarios o a enviarnos textos que quieran ver publicados en este espacio a través de nuestro correo. Nosotras nos reservaremos el derecho a publicación.

Bienvenidos a nuestro pequeño espacio lleno de hormonas revueltas, arrugas en la cara, rollitos en la barriga, miedos irracionales, manías tristes, alegrías sin razones - sin restricciones.

Las 4 brujas