jueves, 20 de agosto de 2009

Del verano y sus tentaciones



Las brujas estamos de juerga pero pronto, muy pronto AQUELARRE.
Hasta entonces, unos versos de Bukowsky que nos hicieron despegar (más):


"El amor se seca
pensé


se seca aún más rápido
que un charco de semen
en el ombligo de una mujer"


Ch. B.



Por eso volveremos y entre ustedes y nosotros habrá no sólo del efímero "mal".
Atentos, pleeeease.

Holovítrea
La Señorita Cometa
Casimuda y
La Bruja de Endor







viernes, 7 de agosto de 2009

líbido inmortal


Nos habían dicho que lo nuestro no era fisiológico, que el sexo en nosotras era algo así como un sacrificio sentimental, que podíamos contenerlo, que la decisión era fácil, que era algo accesorio, prescindible.
Nos habían mentido.
Hay un hormigueo constante, un ofrecimiento tácito, las ganas permanentes.
Pasan las horas, los días y los vuelos están siempre allí.
Los labios listos, el lenguaje en búsqueda, lo obsesivo.
Nos hablaron de luces apagadas, tinieblas, timideces.
Todo era falso.
Vamos con los ojos ahora, con las manos, decididas.
Queremos siempre, queremos todo, sin límite, hasta la extenuación.

martes, 4 de agosto de 2009

Le petit mort




Extraño su lengua, en noches como esta extraño ese apéndice en que se transformaba y me volvía folículo piloso. Todo él era el músculo que con la serenidad de los astros develaba tabúes y me hacía planicie en la que confluían mis ríos. No había nada que no hurgara; centímetro a centímetro era domado a su paso, a las pesquisas en las que el único premio era una sonrisa cuando de entre mis piernas emergía cual bulldog salpicándolo todo y decidido, me arrastraba una y otra vez a las simas.

Nunca dije no; fingía no querer, me volvía típica, con dolor de vientre o de cabeza y daba un giro u otro si estaba en las sábanas; si no, si lo tenía al lado y me observaba, porque siempre calibraba el más ínfimo de mis movimientos, era suficiente con que recogiera mis rizos y le otorgara el cuello. Sus ojos desprendían saetas y lo que surgía como un mohín acalorado, terminaba en un recorrido en el que como muchos, la cata era interminable y yo un nido de burbujas con las que planeaba hasta vernos a ambos yacer jamás satisfechos. Era hembra con ascendente hembra mientras él dirigía el rumbo de mi cordón de plata y extasiado por la imagen, cuidaba que no me perdiera en el revoloteo de los insectos o en la luz del bombillo disuelta en mi esternón. Entonces, con la furia de un tronco que se rinde devorado por los vientos, entre espasmos casi vulgares y presiones de pájaro carpintero, me hacía volver para tras mi petit mort, otorgarme de nuevo su boca. Debí decir no, tal vez aún tendría no sólo esa lengua.


lunes, 3 de agosto de 2009

honey


Hace tiempo que tenía eso en mente.
En el super, cada vez que pasaba por la estantería de la miel, me llenaba de ganas.
Ayer lo hice.
Te llené, te besé, de rodillas, con los ojos cerrados, mucho rato.

Yo sabía que la realidad superaría la fantasia.

YES!!