Hemos descubierto que los muchachones se ponen nerviosos cuando soltamos a llorar después del coito, por lo tanto aquí les va una pequeña lista de motivos certeros por los que tal cosa sucede, a fin de que se tranquilicen:
1. Cuando la mujer realiza que su amante anterior, a pesar de lo malo, era mucho mejor que el actual.
2. Cuando nos damos cuenta que el ejercicio físico realizado nos ha traído escuálidos resultados post-coitales.
3. Cuando la risa es inaguantable ante la visión del tamaño.
4. Cuando, superada la borrachera a mitad de faena, vemos que el tipo no era George Clooney sino Daniel Sarcos.
5. Cuando el hombre, apenado, confiesa que el Viagra se le quedó en el carro.
6. Cuando sentimos solidaridad de genero hacia la esposa de semejante ejemplar.
7. De la hilaridad que nos produce el catálogo de promesas trilladas, recitadas de memoria, antes de quedarse dormidos.
8. Cuando, llenas de rabia, tenemos además que consolarlos por su "primer episodio" de eyaculación precoz.