viernes, 20 de noviembre de 2009

Anoche


Incrédulo, enfocaste y desenfocaste varias veces. Tus pupilas me humedecieron inmediatamente. Te quedaste sin habla aunque hablaste. No me acuerdo ni una sola de las palabras que dijiste, no hubo manera de escucharte, solo atiné a ver el acople de tu lengua húmeda con mis ganas. Esa lengua hará delicias en mí. Nunca te lo diré aunque te lo diga, porque es que nunca podrás escucharme. Sólo verás mi lengua mientras se mueve en ti.

1 comentario:

mas de mi que de... lirio dijo...

Aquí estoy otra vez... no leeré el pasado... es demasiado si sumo todos los blogs que tengo por que aprecio en el reader pero bueno... aquí estoy, reconquistando mi espacio lentamente.

Un beso desde mi alma y siempre un placer inmenso leer tan bonito enlace de palabras.