domingo, 12 de julio de 2009

Misiva para Isolino


Te anunciaste con fiebre y calor, casi acabado el verano. Certeza de ti en otoño, qué bien, mi estación favorita. Pensé que quizá nunca vendrías, que quizá estabas mejor en otros lugares, en otros tiempos, resguardado en dudas, cobijado en sueños. Forma entera en la separación de los cuerpos, activo y vivo en el amor dual, deseado e imaginado por muchas personas.
Hoy espero tu llegada. Sé que es pronto pero no importa. Te espero en un lugar cercano y a la vez ajeno, muy lejos de mí, de donde mí. Lejos también de ellos, mis padres. Sé que me encontrarás sin dificultad y que harás de este sitio el tuyo. Eso será luego. Ahora el sitio soy yo.

Pienso en ti y evoco una hamaca. Quiero (pienso) esperarte meciéndome en una hamaca. Una hamaca frente al mar, mi mar, un mar de verdad. Mar con olor. Mar ruidoso y vivo, mar con brisa, mar. Me pienso feliz y redonda, en mi hamaca mecedora, fondo de tarde que acaba, mar y cielo uno sólo. Me acaricio, pienso en ti y te espero.

Todos quieren saber de ti. Algunos se aventuran y te describen. Confunden el recuerdo con la añoranza. Yo no. Yo soy ciega para ti. Cuando llegues aprenderé a ver para verte a ti. Tocaré tus ojos, acariciaré tu frente. Nos busco a nadie en tu rostro. Sólo te busco a ti. Quieren saber de ti y preguntan, hablan, opinan. Aún no llegas y quieren marcarte, decirte, decidirte. Yo te ayudaré. Sólo por un tiempo. Luego aprenderás a hacerlo tú.
Ciega para ti te leeré en el olor y el tacto. Eso me basta para reconocerte, para amarte.

Hoy es Septiembre y hace frío. Los pinos de la ventanas están cargados de piñas y ya los vecinos sacaron a pasear a los perros. Espero noticias tuyas en un par de semanas. Parece mucho pero yo tengo paciencia. Y mientras llegan tus noticias te escribo. Que tengo días cansada, que la pereza me invade y que pienso mucho, sobre todo de madrugada. Pienso muchas cosas que ya te contaré. Quiero que sepas todo y que nada te falte. Tengo muchas historias. Historias como una caja de colores. Historias tristes, historias alegres, historias cómicas, historias increíbles, historias apolilladas, historias mentirosas, historias confundidas. Historias llenas de azul, de verde, de amarillo. Caja de colores que ordeno y guardo para ti. Historias que recupero en mi hamaca imaginaria.

¿Tendrás tantas ganas de venir como ganas tengo de que llegues? No basta la vida para dar con la respuesta.

5 comentarios:

Aquelarre Anónimo dijo...

Como que somos 8 en vez de 4. Bienvenidas todas las que viven en cada una de nosotras.

Anónimo dijo...

Las brujas son ambidiestras...usan la izquierda y la derecha para escribir.

Anónimo dijo...

Y a veces escribe la escoba, o el gato

Bel dijo...

Ayer dejé no sé dónde un comentario... o eso creía, pero parece que no quedó registrado. Espero que hoy funcione.
Os decía que había sido un placer (y hoy cuadriplicado, qué fertilidad) pasearme por aquí. Hermosa misiva, aunque Isolino no exista.

Un abrazo a todas.

(Ah, también os recordaba la canción: "ay, qué bonito es volar, a las dos de la mañana...
etc.)

Señorita Cometa dijo...

Que belleza de texto.
Chapeau!